Nunca hubo ninguna duda de que Carrie Alexander tendría una carrera creativa. A los dos años de edad, se imaginaba dinosaurios en el césped. A los seis se imaginaba brujas en el armario del dormitorio. Pronto diseñó armarios y elaboró muñecas de papel y comenzó a escribir historias sobre el oso de peluche. Finalmente se graduó con historias de terror cortas y pinturas al óleo.
Estaba trabajando como artista y como escritora a tiempo parcial cuando descubrió su primera novela romántica y pensó: "Hey, puedo escribir una de estas!" Y así lo hizo.
Carrie ahora es la autora de varios libros para diferentes líneas de Harlequin.
Vive en Michigan, donde los largos inviernos todavía no le dan tiempo suficiente para reducir significativamente su montaña de libros para leer.
Cuando no está leyendo o escribiendo (lo cual es raro), Carrie pinta y se dedica a la decoración de sus propias casas o de sus amigos y mira fútbol.
Le encanta escuchar a los lectores, que pueden comunicarse con ella por correo en la atención de los Libros Harlequín, y por correo electrónico.
