Bonnie Vanak escribe desde la infancia, cuando inventaba historias de aventuras y escribía poemas. Después de licenciarse en periodismo, trabajó durante varios años como periodista. Dejó el periódico donde trabajaba cuando encontró un trabajo como escritora para una fundación internacional de caridad. Años atrás descubrió que necesitaba diversión frente a los estragos que el viajar por países pobres le hacían a su persona, el ver tanto sufrimiento la angustiaba. Así que se decidió por la novela romántica como terapia.
